Cerca de acabar el mes de Julio de este año 2015, Google acumula ya más de 288.000 peticiones relacionadas con el derecho al olvido. Una cantidad de solicitudes enormes que la compañía de Mountain View resuelve caso a caso.
Dado el elevado número de peticiones recibidas por el gigante de Internet es lógico imaginar que, las hay referentes a diferentes tipos de cuestiones siendo el abanico de temas que abarca realmente variado.
Gracias a los propios buscadores (especialmente Google) y a diferentes medios de prensa que publican algunos casos podemos conocer cuáles son las motivaciones más habituales para solicitar la desindexación de un enlace concreto. A estas fuentes hay que sumar una jugosa filtración sobre las solicitudes relacionadas con el derecho al olvido recibidas por el motor de búsqueda referencia en Europa y de la que algunos medios británicos como The Guardian se han hecho eco. La información disponible va un poco más lejos ya que, no solo podemos conocer estas motivaciones sino que se pueden conocer casos concretos que han llevado al ejercicio del derecho al olvido.
Google, en su informe de transparencia hace referencia a solicitudes concretas que le han llegado desde diferentes países europeos. A nivel internacional, la BBC británica ha supuesto otra jugosa fuente de información. Los representantes de este prestigioso medio han mostrado su malestar con algunos casos específicos lo que desembocó en la publicación de un directorio con todas sus noticias afectadas por esta normativa. Más cerca nos quedan varios casos publicados en medios como Qué.es o Gara que fueron advertidos por parte de Google de la supresión de algunos enlaces concretos en sus páginas de resultados y que causaron un gran revuelo al estar relacionados con informaciones sobre la banda terrorista ETA.
Derecho al olvido: principales motivos de solicitud
Entre las principales causas que se esconden tras las peticiones para la supresión de enlaces nos encontramos con enlaces relacionados con la invasión de la intimidad y/o privacidad (divulgación del lugar de residencia, de ingresos u opiniones negativas, por ejemplo), artículos con comentarios difamatorios e injuriosos, casos de usurpación de identidad o relacionados con procedimientos penales, presunción de inocencia o fotografías inapropiadas.
Si atendemos a los datos filtrados sobre las propias solicitudes recibidas por Google hasta el 95% del total estaría relacionado con estas cuestiones relacionadas con la protección de la intimidad y la reputación online de las personas. Dejando muy poco espacio para solicitudes relacionadas con delitos graves y solicitudes relacionadas con políticos y personajes públicos. Precisamente, uno de los mayores temores ante la aplicación de la normativa era que tanto delincuentes como personalidades con cargos públicos pudieran atenerse a la misma pero, a tenor los datos, el porcentaje de este tipo de casos es muy reducido.
Un último grupo de peticiones de supresión de enlaces lo encontramos en casos de protección de menores. Hasta el mes de Marzo Google acumulaba unas 230.000 solicitudes de las cuales apenas 1025 estaban relacionadas con menores y solo un 17% de ellas habían sido atendidas por el buscador.
Ejemplos de solicitudes de aplicación del derecho al olvido
Al hilo de estos motivos, la prensa y diferentes medios online se han hecho eco de casos concretos de solicitudes a los buscadores en busca del ejercicio de este polémico derecho al olvido.
- Un ciudadano de Zamora solicitó la eliminación de los enlaces que apuntaban a informaciones sobre un procedimiento judicial sobre un delito fiscal del que fue absuelto por falta de pruebas.
- En Irlanda, un joven estudiante se vió obligado a defender su imagen sirviéndose de esta normativa europea tras ser falsamente acusado de irse de un taxi sin pagar. El taxista colgó en Internet un vídeo donde supuestamente se veía al afectado saliendo del taxi pero realmente no se trataba de esta persona sino de alguien con un cierto parecido físico.
- En Francia, una madre solicitó la eliminación de los enlaces hacia unas fotografías poco apropiadas y con connotación sexual de su hija adolescente.
- Un ex-político británico ha tratado de defender su imagen pública y reputación solicitando el bloqueo a los vínculos hacia un libro con comentarios difamatorios hacia su persona.
Todos ellos son ejemplos de casos reales que pueden estar dentro de lo comprensible en una normativa tan cuestionada como el derecho al olvido. Pero dentro de la enorme cantidad de peticiones recibidas por Google también hay algunos otros casos más llamativos o extravagantes.
Casos curiosos
Dentro de este grupo de peticiones se pueden destacar las solicitudes de algunos periodistas pidiendo la supresión de enlaces a trabajos o proyectos en los que ya no participan o la de un pianista que se trata de acoger a esta norma para conseguir que se deje de indexar una mala crítica publicada por el diario The Washington Post.
El mundo del deporte, en concreto el fútbol, es otra fuente de casos curiosos relacionados con esta normativa derivada de la sentencia del Tribunal de Justicia la Unión Europea. Así nos encontramos con el caso del futbolista de la selección belga Eden Hazard (jugador del Chelsea FC) que trató de ampararse en esta normativa europea para borrar su mala actuación en la pasa Copa del Mundo de Brasil.
La prensa británica se hizo eco hace unos meses de otro caso peculiar donde el del árbitro de fútbol Douglas McDonald es protagonista de la historia. Este colegiado señaló un penalti durante un partido entre el Celtic de Glasgow y el Dundee United. Tras unos segundos revocó su decisión y dió marcha atrás. Al ser preguntado por qué anuló la decisión que había tomado insinuó que su juez de línea le había sugerido que se había equivocado. Una explicación que se demostró falsa. La polémica acabó con la dimisión del árbitro y la sospechosa desaparición de los enlaces en Google hacia las informaciones al respecto.
Más polémicos han resultado otros casos relacionados con importantes empresarios españoles y británicos. Sin duda, la historia de Stan O’Neal, ex-CEO del banco Merril Lynch, sobresale entre estos casos. O’Neal fe despedido de la entidad bancaria en 2007 tras haberse visto involucrado en un escándalo relacionado con hipotecas basura que llevó a Merril Lynch a registrar unas pérdidas de 8.000 millones de dólares.
La pregunta que cabe hacerse es ¿este tipo de casos puede acogerse al derecho al olvido?
En este sentido, las directrices publicadas por las autoridades europeas así como las más recientes conclusiones que el comité de expertos que asesora a Google en todo lo referente a esta doctrina pueden hacernos pensar que algunos de los casos comentados son más susceptibles que otros de ser atendidos. Los expertos de Google enumeran algunos requisitos generales entre los que se incluye que la información a desindexar tenga relación con personajes públicos y el tipo de información concreta así como el tiempo transcurrido de los hechos o el medio que publica los datos.
Sea como sea, cerca de cumplirse el primer año de aplicación del derecho al olvido, la polémica que acompaña a la doctrina desde el primer momento sigue vigente.