Instintivamente, al pensar en el ejercicio del derecho al olvido pensamos en ocultar los resultados de las búsquedas de Google. El uso mayoritario de este motor de búsqueda nos lleva a entablar esta relación derecho al olvido-Google de manera inmediata pero existen otros buscadores que también tienen que adaptarse a esta nueva normativa europea.
Uno de estos buscadores es Bing, el motor de búsqueda de Microsoft. La cuota de uso de este buscador es mínima con respecto a Google (alrededor de un 2.5% en España) lo que no le exime de la obligación de ofrecer a los usuarios las herramientas pertinentes para ejercer un derecho reconocido por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
La táctica elegida por los responsables de Bing es muy similar a la fórmula acogida por Google. De tal manera, el buscador de Microsoft ya pone a disposición de los usuarios que quieran ejercer su derecho al olvido un formulario muy similar al del gigante de Mountain View donde indicar los resultados o contenidos que se desean bloquear.
En este mismo formulario de Bing se apunta que se acepta solicitudes para ocultar resultados referentes a informaciones “falsas o poco precisas, incompletas o inadecuadas, desfasadas o excesivas”.
Bing solo tardó solo unas semanas más que Google en ofrecer esta posibilidad a los usuarios europeos y es que, recordamos una vez más, los motores de búsqueda solo están obligados a cumplir con las peticiones de derecho al olvido dentro de la Unión Europea. De ahí que en el propio formulario haya que cumplimentar como dato obligatorio el país de residencia.
Google informó en su conferencia en Madrid que hasta el 1 de Septiembre había recibido más de 120.000 peticiones de bloqueo de resultados pero Microsoft no ha dado datos al respecto por lo que no sabemos si ha recibido un número similar de solicitudes. Lo lógico, hace pensar que si un usuario quiere ejercer este derecho otorgado por el TJUE haga la solicitud en los principales motores de búsqueda por lo que Bing debería manejar unas cantidades de peticiones similares.
El ruido y la polémica que envuelve al derecho al olvido no cesan pero los buscadores de Internet siguen el proceso para adaptarse a lo dictado por el tribunal europeo en el ya célebre «caso Costeja«.